Nombre científico: Gallinago gallinago.
Nombres vulgares: agachadiza común, becacina.
Orden: charadriformes.
Familia: escolopácidos.
Longitud total: de 25 a 30 cm.
Longitud del ala plegada: de 124 a 145 mm. Longitud pico: de 5,5 a 8,1 cm.
Peso: de media, entre 100 y 120 g, no alcanzando estas cifras los adultos más pequeños, y pudiendo alcanzar hasta los 225 g, en el caso de los más pesados.
Aspecto general: es un limícolo de talla media, que presenta dos características propias de becadas y becacinas: un largo pico con extremo táctil y un plumaje de tonos pardos, rojizos, negros y blanquecinos, que resulta de un mimetismo sorprendente en los medios que habita.
Especies similares: en España son tres las especies de becacinas que pueden llegar a confundirse ente sí: la agachadiza común, la agachadiza chica y la becacina real. La principal diferencia estriba en su tamaño. La real es la mayor, seguida de la común y la chica, por este orden. Como el plumaje es muy similar entre las tres, el tipo de vuelo es una característica importante para poder identificarlas.
|
Rasgos característicos:
MORFOLOGIA
Es un limícolo de talla intermedia. Posee un largo pico, pero por contra tanto el cuello como las patas son relativamente cortas. El plumaje de los adultos es de un color marrón jaspeado, atravesado por cuatro bandas longitudinales sobre el dorso. Las zonas ventrales son blanquecinas. La cabeza aparece listada de ante longitudinalmente. Las alas presentan puntas blancas en las remeras, sobre todo las secundarias.
Un pico peculiar: Al igual que en otras agachadizas y en sus primas las becadas, la becacina común puede comer gusanos del suelo sin sacar el pico de la tierra. Esta importante adaptación ha sido posible por la existencia de un hueso situado en la base del pico y a la curvatura de la mandíbula superior. Así la alimentación es más sencilla para estas aves. Por si esto fuera poco, la extrema sensibilidad del extremo distal del pico permite a nuestra protagonista una búsqueda táctil de las presas. Por todo lo anterior, hay que resaltar que la becacina es una especialista en la alimentación basada en sondear el suelo, utilizando para ello el oído y el pico, mientras que la vista apenas se usa en estas labores.
Potente salida: La becacina aprovecha su homocromía en casi todas las situaciones, haciendo que, incluso en presencia de perros y cazadores, apuren el levantar del vuelo hasta el último momento en el que efectúan un rápido y potente despegue, tras el que comienzan un inesperado zig-zag para el cazador que acompañan con algunas manifestaciones sonoras.
SEXOS Y EDADES
Ambos sexos son prácticamente idénticos y ni siquiera en la mano podremos diferenciar fácilmente machos de hembras. La longitud y tonalidad de las rectrices es diferente en ambos sexos, algo mayores y claras en los machos pues las utilizan en sus exhibiciones nupciales. El análisis de las gónadas mediante una autopsia es el único método fiable para diferenciar los sexos en esta especie.
Si difícil se torna diferenciar los sexos, algo similar ocurre con la edad. Por el aspecto externo podemos deducir la edad del propietario, con carácter general, ya que el plumaje ventral aparece algo más claro en el caso de los jóvenes. El tamaño del oviducto, en el caso de las hembras, y de la bolsa de Fabricio, que es una glándula situada cerca de la cloaca, nos darán pistas sobre la edad del ave examinada. Los juveniles a partir del mes de octubre apenas si presentan visible dicha glándula, a diferencia de las aves adultas.
|
|
UN PÁJARO MIGRADOR
Una vez finalizado el período reproductor, comienza la muda posnupcial, que suele tener lugar en cuarteles de muda ubicados al noroeste de Europa. Una vez finalizada la muda comienza la migración hacia los cuarteles de invierno, por cuanto ésta depende directamente de la muda, que a su vez se desarrolla en función del grado de precocidad de los jóvenes.
Los primeros animales que comienzan a llegar a los cuarteles de invierno lo hacen ya durante el mes de agosto, y éstos siempre son animales jóvenes. En septiembre continúan arribando animales jóvenes. En octubre llegan los mayores contingentes, en este caso de adultos y nuevos jóvenes. El período de viaje es amplio y aún en diciembre y enero continúan llegando nuevos animales, dependiendo mucho de las condiciones meteorológicas. La llamada contrapasa, en las especies migratorias eurosiberianas, tiene lugar en el caso de la becacina durante marzo y abril. La vuelta de los machos se produce, al parecer, con diez días de antelación sobre el viaje de las hembras.
Alimentación: Ya hemos comentado que poseen una adaptación ingeniosa y práctica que les permite engullir sus presas del suelo sin sacar el pico de la tierra. Es un animal oportunista; come frecuentemente lombrices y otros gusanos, larvas de insectos (dípteros, y coleópteros, principalmente), crustáceos y pequeños gasterópodos. También se han encontrado semillas en los estómagos analizados.
Hábitats: No se puede generalizar la preferencia de este pájaro por unos u otros lugares, ya que varía considerablemente de la época reproductora al resto del año.
Durante la reproducción prefiere marismas y otras masas de agua con vegetación rala, o incluso con escasa humedad. El nido en ocasiones se ubica dentro del perímetro de una masa de agua y otras veces lo sitúan en los bordes. Es frecuente encontrar nidos de esta especie en pastos húmedos o en claros inundados de la tundra, ya que aprovechan cualquier tipo de zona húmeda.
En invierno buscan terrenos con características bastante concretas. Gustan de alimentarse en praderas, cultivos inundados, etc., que presenten entre un 25 y un 75% de la superficie con agua, y tampoco la vegetación baja debe ser demasiado densa ni cubrir demasiada superficie. Las praderas semiinundadas que alberguen ganado vacuno o caballar, suelen ser lugares extraordinariamente querenciosos para este animal. Muchas veces explotan ecosistemas costeros (rías y marismas).
DISTRIBUCIÓN
La agachadiza común nidifica desde Gran Bretaña hasta Siberia oriental y desde el norte de Escandinavia hasta Portugal. La población portuguesa, de unos cuantos cientos de parejas, no tiene contacto con el resto de poblaciones en la época reproductora, y debido a ello, algunos autores cuestionan que estos animales pertenezcan a la subespecie G. g. gallinago.
La mayor parte de los animales reproductores de Eurasia nidifican en Siberia. De los de Europa, la mayor parte crían en los países escandinavos, en Gran Bretaña y en la llanura germanopolaca. En España crían algunas parejas en el cuadrante noroccidental, que pertenecen a la población portuguesa antes comentada.
En invierno las podemos encontrar en cualquier área comprendida entre Dinamarca y África tropical. Francia, Gran Bretaña, España, Marruecos e Italia acogen a la mayor parte de las becacinas en invierno, aunque en la elección de los destinos tiene mucho que ver la meteorología reinante. Durante el paso invernal la becacina puede ser vista en cualquier lugar adecuado de nuestra geografía, incluidas las islas Baleares. Parece ser que las becacinas tienden a ser fieles a los lugares de reproducción e invernada.
REPRODUCCIÓN
El vuelo nupcial de la agachadiza común, trazando amplios círculos por encima del lugar escogido para nidificar, va acompañado de una especie de balido o sonido parecido. Mucho se ha hablado y escrito acerca de cómo estos animales producían el sonido citado, y se ha descubierto que lo efectúan no con el pico, sino mediante una fricción de las plumas de la cola cuando vuelan en picado. Las hembras observan las acrobacias de sus galanes desde el suelo. A continuación construyen el nido en el suelo, camuflado entre la vegetación, bien tapizado de vegetación seca. La puesta suele ser de cuatro huevos gris verdosos, salpicados de manchas pardas.
Los pollos: La incubación dura unos 20 días, tras los que nacen cuatro pollitos nidífugos que desde el momento en que están secos siguen a los padres, ya que ambos comparten las tareas de cría de los pequeños. Son capaces de volar a las tres semanas de vida.
Subespecies: La agachadiza común, Gallinago gallinago, se puede presentar bajo tres subespecies: la agachadiza común o Gallinago gallinago gallinago, que es la que cazamos en España, la agachadiza norteamericana (Gallinago gallinago delicata), la cual se diferencia de la nuestra principalmente por el número de rectrices y por ser propia del continente americano, y la agachadiza de Feroes (Gallinago gallinago faeroeensis), propia de Islandia y algunas otras islas del norte de Gran Bretaña.
Ficha de Caza
Cómo cazar: a rabo o en mano, entre los carrizos y otras plantas acuáticas de las zonas inundadas que habita. Es una especie que en algunas zonas se caza con perro de muestra, aunque en España no es habitual.
Cuándo cazar: la temporada general abarca desde octubre hasta febrero.
Dónde cazar: en cualquier marisma o zona pantanosa de nuestro país. Las praderas donde acostumbra a pastar el ganado vacuno, y mejor si en ellas se ha quemado recientemente la maleza y están parcialmente inundadas; estos lugares son inmejorables para la becacina.
La agachadiza común o becacina ha sido siempre un ave muy apreciada por su difícil vuelo y sabrosa carne.

Volver |
|